Este post seguramente desconcierte a más de uno, y por más de un motivo en realidad…primer motivo: nótese que hace apenas un par de días nomás ya había posteado en el blog, y ahora lo estoy haciendo de nuevo!! (al parecer las metas para este 2010 se cumplen de forma expeditiva…que flojo que estuve de no pedir aprender a teletransportarme para evitar el trajín Lanús-Palermo/Palermo-Lanús, pero bueh ya fue…)
Y el segundo motivo: hablar de una película cuyo desarrollo en este post seguramente desoriente a más de uno, en especial la gente que me conoce un poco (no, no es un peli de zombies, viajes en el tiempo, tiburones ni conejos gigantes imaginarios…ja! No se la esperaban, no?)
Voy a hablar de una película totalmente pasatista, extremadamente pasatista, y de la cual en otra situación/contexto yo mismo hubiese sentenciado: “uuff…esa es una película de minita!” (y hubiese seguido comiendo una pata de pollo a los mordiscones cual guerrero vikingo y limpiándome con la manga)…pero lo curioso fueron las dispares opiniones que fui recolectando desde el día que la vi con gente con la que tuve la oportunidad de charlar al respecto. Antes de adentrarnos me parece justo hacer una breve sinópsis de la peli, así la gente que no tuvo la posibilidad de verla puede saber masomenos de que hablo; no se preocupen, no les voy a contar el final ni nada similar (ni les voy a decir que al final el mayordomo era el asesino, ni que Bruce Willis era un fantasma, ni que Brad Pitt era producto de la imaginación de Edward Norton…oops!); es simplemente la historia de un chico conoce una chica, y el desarrollo de una relación desde inicio a fin, tan simple como eso. (y como dice el mismo trailer: “déjenme aclarar desde ya que esta NO ES UNA HISTORIA DE AMOR)
Volviendo al tema de las opiniones, no fueron opiniones dispares persé, sino que hubo simplemente dos tipos de opiniones; la gente a la que no le gustó me decía cosas como “y si, es una película más…la verdad me pareció ree común, no me enganché con la historia, los personajes eran ree comunes…no me pareció para nada original…”. Por otra parte, la gente a la que le gustó la peli decía cosas como “me pareció buenísima…todo el hecho de lo difícil que es cuando dos personas no quieren lo mismo en una relación, el punto de vista de él y el punto de vista de ella, me identifique mucho con el personaje del chico..blah blah”.
Después de haber compartido estas y muchas otras opiniones a favor y en contra, me di cuenta que había un patrón muy particular que unía aquella gente a quien le había gustado y a quien no. Las personas a las que no les había gustado eran todas personas que casualmente habían estado la mayor parte de su vida adulta en una relación madura, ó gente que había tenido durante toda su vida UNA sola pareja formal y estable, ninguna otra. Por otro lado las personas a las que les gusto la película eran aquellas personas sobre las cuales se podría decir que han tropezado más de una vez con la misma piedra, ó que simplemente han caminado el largo y sinuoso camino de los desamores y los conflictos de pareja; debo incluirme en el segundo grupo de gente, y por ende decir que me gustó la película.
Adentrándonos en el análisis de la película, voy a empezar simplemente por lo curioso de aquellas veces en las que uno se ve involucrado en una relación en la que todas las cosas que a uno le encantan de su media naranja terminan siendo después las mismas cosas por las que uno finalmente odia a la media naranja en cuestión; Tom Hansen, el personaje principal de la película (en su etapa de pleno enamoramiento) describe las imperfecciones de su pareja como las cosas más hermosas que jamás vió: sus dientes, su pelo, sus rodillas, sus manchas de nacimiento con formas extraña, etc…y es genial como en la etapa posterior al rompimiento describe todas esas cualidades como algo que detesta completamente. Y esto no me ha pasado a mí, sino más bien a varias de las personas que en su momento eligieron autoflagelarse al lado mío (no voy a dar nombres para no herir potenciales susceptibilidades) y en un principio decían cosas como: “sos divino, tenés el espíritu de un nene de 10 años”…y cerca del final terminaban diciendo cosas como: “pero vos no pensás crecer nunca nene?” o “Hasta cuando pensás a ver dibujitos y jugar a la play?” o finalmente “no vas a entender nunca que no podés ser como homero? No la vas a rockear forever” -sic- (toda mi vida hice bromas respecto de “rockearla forever” como homero, pero esta chica en particular aparentemente nunca capto la sutileza del chiste interno)
Siguiendo a tono con todas las cuestiones relacionadas a como el tiempo pone en perspectiva las distintas “sensaciones” que a uno le quedan de relaciones pasadas, este película ya de por sí arranca con una placa de texto que sentencia: “Nota del Autor: la siguiente es una obra de ficción. Cualquier parecido con algún personaje vivo o muerto es mera coincidencia…excepto por vos Jenny Beckham…perra!”. Esta declaración ya expone claramente de por sí que la mujer que sirvió como base de inspiración para seguramente gran parte de la historia no es recordada de la mejor forma por el autor; otro ejemplo para seguir pensando sobre el tema buenos recuerdos/malos recuerdos en pre-separación/post-separación.
La estructura de la película no nos cuenta los famosos “500 días” de corrido y en la forma en que sucedieron, sino que pega saltos hacia adelante y hacia atrás constantemente. La primer noche que pasan juntos Tom y Summer (día 35 aproximadamente de los 500), Tom se despierta radiante y camina hasta su trabajo en una escena que se transforma gradualmente en un elaborado musical (gran secuencia de la peli, TODAS las pelis deberían tener una secuencia musical…todas); al terminar la secuencia saltamos al día 303, y la misma persona que irradiaba felicidad era ahora un despojo humano que apenas tiene voluntad para llegar hasta su lugar de trabajo. Esto no hizo más que recordarme lo que durante mucho tiempo temí, y es el hecho de que a algunas relaciones lo que les sucede es simplemente que el tiempo se las devora, y lo que en un momento es felicidad más tarde es una pesadísima cruz, y que uno es espectador de lujo -en ciertas ocasiones sin siquiera sospecharlo- de una lenta pero segura catástrofe (juro no dedicarle más que estos renglones a ese pensamiento oscuro dentro de lo que intenta ser un post “alegre” o “tragicómico” a lo sumo).
Pero sin dudas a mi entender el momento más logrado de la película tiene lugar cuando la pareja en sí ya se disolvió, pero a raíz de un encuentro casual Summer invita a Tom a una fiesta que organiza en su casa. Cuando el día llega, en el instante en que Tom llega a la casa de Summer la pantalla se nos divide en dos y vemos dos “realidades alternativas” de un mismo acontecimiento; a la izquierda vemos la “realidad” según las expectativas de Tom, y a la izquierda vemos lo que realmente sucede en la verdadera “realidad”; no hace falta decir que en la pantalla de la izquierda Tom va a la fiesta, summer lo recibe con mucho afecto y hablan toda la noche terminando la velada juntos; cuando lo que sucede en la pantalla de la “Realidad” es que Summer recibe a Tom fríamente y casi no interactúa con él durante toda la fiesta, e inclusive en un momento Tom ve como Summer muestra a sus amigas su anillo de compromiso, hecho ante el cual Tom abandona la fiesta súbitamente. Bueno, si en este punto alguien me dice que nunca le pasó algo similar (no, no me refiero a que se les “parta” literalmente la vista en dos…si les pasa eso creo que es hora de cambiar de medicación, me refiero a lo otro jejej), ó que al menos nunca tuvieron que experimentar sucesos en los que la realidad de los hechos estaba más que distante de lo que originalmente eran las expectativas creo que definitivamente vivimos en mundos distintos, y en el de ustedes la “decepción” no existe...
Voy a llegar hasta acá con los detalles que me interesaron de la peli porque creo que son los más representativos del punto que quería demostrar inicialmente. Y si, a fin de cuentas terminé haciendo lo que ciertas personas critican (crítica constructiva y bien recibida igual, ojito…) a este blog que es la extensión de los posts; pero bueno me tomo mi tiempo (y mi extensión, como podrán apreciar) para explicar las cosas de la forma que me gusta explicarlas jeje… (ni que fueran tampoco las obras completas de Borges esto che…tsss)
En resumen, creo que puedo seguir sosteniendo que las personas a las que nos ha tocado atravesar caminos complicados en el campo de las relaciones y el amor (ja! estoy diciendo AMOR en mi propio blog!…jamás me la ví venir, les juro…¿me estaré ablandando con los años?) pudimos disfrutar más de esta película y las “perlitas” escondidas que tiene…y los que tuvieron la suerte de agarrar “por autopista” en vez de por las calles de tierra en todo este tema se pierden de reírse y disfrutar de muchas cosas que en su momento parecerán trágicas, pero después te pueden ayudar a escribir cosas de este estilo…cosas por la cuales ya me veo venir más de un comentario diciendo: “Turdó: apéguese a los Zombis, Alienígenas y otras criaturas fantásticas que es de lo que usted parece saber…deje las peliculas de minita como esta a cargo de gente calificada como Catalina Dugli que tiene más experiencia en el campo...”
Saludos y hasta la próxima!
Y el segundo motivo: hablar de una película cuyo desarrollo en este post seguramente desoriente a más de uno, en especial la gente que me conoce un poco (no, no es un peli de zombies, viajes en el tiempo, tiburones ni conejos gigantes imaginarios…ja! No se la esperaban, no?)
Voy a hablar de una película totalmente pasatista, extremadamente pasatista, y de la cual en otra situación/contexto yo mismo hubiese sentenciado: “uuff…esa es una película de minita!” (y hubiese seguido comiendo una pata de pollo a los mordiscones cual guerrero vikingo y limpiándome con la manga)…pero lo curioso fueron las dispares opiniones que fui recolectando desde el día que la vi con gente con la que tuve la oportunidad de charlar al respecto. Antes de adentrarnos me parece justo hacer una breve sinópsis de la peli, así la gente que no tuvo la posibilidad de verla puede saber masomenos de que hablo; no se preocupen, no les voy a contar el final ni nada similar (ni les voy a decir que al final el mayordomo era el asesino, ni que Bruce Willis era un fantasma, ni que Brad Pitt era producto de la imaginación de Edward Norton…oops!); es simplemente la historia de un chico conoce una chica, y el desarrollo de una relación desde inicio a fin, tan simple como eso. (y como dice el mismo trailer: “déjenme aclarar desde ya que esta NO ES UNA HISTORIA DE AMOR)
Volviendo al tema de las opiniones, no fueron opiniones dispares persé, sino que hubo simplemente dos tipos de opiniones; la gente a la que no le gustó me decía cosas como “y si, es una película más…la verdad me pareció ree común, no me enganché con la historia, los personajes eran ree comunes…no me pareció para nada original…”. Por otra parte, la gente a la que le gustó la peli decía cosas como “me pareció buenísima…todo el hecho de lo difícil que es cuando dos personas no quieren lo mismo en una relación, el punto de vista de él y el punto de vista de ella, me identifique mucho con el personaje del chico..blah blah”.
Después de haber compartido estas y muchas otras opiniones a favor y en contra, me di cuenta que había un patrón muy particular que unía aquella gente a quien le había gustado y a quien no. Las personas a las que no les había gustado eran todas personas que casualmente habían estado la mayor parte de su vida adulta en una relación madura, ó gente que había tenido durante toda su vida UNA sola pareja formal y estable, ninguna otra. Por otro lado las personas a las que les gusto la película eran aquellas personas sobre las cuales se podría decir que han tropezado más de una vez con la misma piedra, ó que simplemente han caminado el largo y sinuoso camino de los desamores y los conflictos de pareja; debo incluirme en el segundo grupo de gente, y por ende decir que me gustó la película.
Adentrándonos en el análisis de la película, voy a empezar simplemente por lo curioso de aquellas veces en las que uno se ve involucrado en una relación en la que todas las cosas que a uno le encantan de su media naranja terminan siendo después las mismas cosas por las que uno finalmente odia a la media naranja en cuestión; Tom Hansen, el personaje principal de la película (en su etapa de pleno enamoramiento) describe las imperfecciones de su pareja como las cosas más hermosas que jamás vió: sus dientes, su pelo, sus rodillas, sus manchas de nacimiento con formas extraña, etc…y es genial como en la etapa posterior al rompimiento describe todas esas cualidades como algo que detesta completamente. Y esto no me ha pasado a mí, sino más bien a varias de las personas que en su momento eligieron autoflagelarse al lado mío (no voy a dar nombres para no herir potenciales susceptibilidades) y en un principio decían cosas como: “sos divino, tenés el espíritu de un nene de 10 años”…y cerca del final terminaban diciendo cosas como: “pero vos no pensás crecer nunca nene?” o “Hasta cuando pensás a ver dibujitos y jugar a la play?” o finalmente “no vas a entender nunca que no podés ser como homero? No la vas a rockear forever” -sic- (toda mi vida hice bromas respecto de “rockearla forever” como homero, pero esta chica en particular aparentemente nunca capto la sutileza del chiste interno)
Siguiendo a tono con todas las cuestiones relacionadas a como el tiempo pone en perspectiva las distintas “sensaciones” que a uno le quedan de relaciones pasadas, este película ya de por sí arranca con una placa de texto que sentencia: “Nota del Autor: la siguiente es una obra de ficción. Cualquier parecido con algún personaje vivo o muerto es mera coincidencia…excepto por vos Jenny Beckham…perra!”. Esta declaración ya expone claramente de por sí que la mujer que sirvió como base de inspiración para seguramente gran parte de la historia no es recordada de la mejor forma por el autor; otro ejemplo para seguir pensando sobre el tema buenos recuerdos/malos recuerdos en pre-separación/post-separación.
Pero sin dudas a mi entender el momento más logrado de la película tiene lugar cuando la pareja en sí ya se disolvió, pero a raíz de un encuentro casual Summer invita a Tom a una fiesta que organiza en su casa. Cuando el día llega, en el instante en que Tom llega a la casa de Summer la pantalla se nos divide en dos y vemos dos “realidades alternativas” de un mismo acontecimiento; a la izquierda vemos la “realidad” según las expectativas de Tom, y a la izquierda vemos lo que realmente sucede en la verdadera “realidad”; no hace falta decir que en la pantalla de la izquierda Tom va a la fiesta, summer lo recibe con mucho afecto y hablan toda la noche terminando la velada juntos; cuando lo que sucede en la pantalla de la “Realidad” es que Summer recibe a Tom fríamente y casi no interactúa con él durante toda la fiesta, e inclusive en un momento Tom ve como Summer muestra a sus amigas su anillo de compromiso, hecho ante el cual Tom abandona la fiesta súbitamente. Bueno, si en este punto alguien me dice que nunca le pasó algo similar (no, no me refiero a que se les “parta” literalmente la vista en dos…si les pasa eso creo que es hora de cambiar de medicación, me refiero a lo otro jejej), ó que al menos nunca tuvieron que experimentar sucesos en los que la realidad de los hechos estaba más que distante de lo que originalmente eran las expectativas creo que definitivamente vivimos en mundos distintos, y en el de ustedes la “decepción” no existe...
Voy a llegar hasta acá con los detalles que me interesaron de la peli porque creo que son los más representativos del punto que quería demostrar inicialmente. Y si, a fin de cuentas terminé haciendo lo que ciertas personas critican (crítica constructiva y bien recibida igual, ojito…) a este blog que es la extensión de los posts; pero bueno me tomo mi tiempo (y mi extensión, como podrán apreciar) para explicar las cosas de la forma que me gusta explicarlas jeje… (ni que fueran tampoco las obras completas de Borges esto che…tsss)
En resumen, creo que puedo seguir sosteniendo que las personas a las que nos ha tocado atravesar caminos complicados en el campo de las relaciones y el amor (ja! estoy diciendo AMOR en mi propio blog!…jamás me la ví venir, les juro…¿me estaré ablandando con los años?) pudimos disfrutar más de esta película y las “perlitas” escondidas que tiene…y los que tuvieron la suerte de agarrar “por autopista” en vez de por las calles de tierra en todo este tema se pierden de reírse y disfrutar de muchas cosas que en su momento parecerán trágicas, pero después te pueden ayudar a escribir cosas de este estilo…cosas por la cuales ya me veo venir más de un comentario diciendo: “Turdó: apéguese a los Zombis, Alienígenas y otras criaturas fantásticas que es de lo que usted parece saber…deje las peliculas de minita como esta a cargo de gente calificada como Catalina Dugli que tiene más experiencia en el campo...”
Saludos y hasta la próxima!