lunes, 2 de junio de 2014

La Maldición del Shuffle y La Era Random

       Welcome To The Jungle, Hell Bells, Virtual Insanity, Whole Lotta Love, This Is a Call, Eat The Rich… Al Track No.1 de un álbum nunca hay que tomárselo a la ligera. El tema con el que arranca un disco tiene mucho de causal y nada de casual, el orden de cada canción en las buenas obras musicales responde generalmente a un esquema mayor diseñado por el/los artista(s) a modo de exponer su trabajo de una determinada forma, e intentando llevar un determinado mensaje...o al menos eso intentan.

       ¿Alguien puede imaginarse Nevermind arrancado con otro tema que no sea Smells Like Teen Spirit? ¿Y si El Amor Después del Amor no hubiese sido la primer canción del disco homónimo de Fito Páez? –nótese los extremos a los cuales estoy yendo para probar mi punto- ¿Qué sería del Álbum Negro de Metallica si no iniciase con Enter Sandman? La pista uno del disco es la que te canta la posta en todo sentido, esa que se planta para que sepas desde el principio con que podés llegar a encontrarte.


Otra curiosidad: si se fijan en este link sobre los álbumes más vendidos de la historia, van a notar que el/los hits de cada disco están casi siempre en el track 1, 2 o 3 a lo sumo; y su lugar en dichas pistas no tiene absolutamente nada de azaroso, esten seguros. La única excepción a esto se da por caso en Thriller de Michael Jackson, que –siendo obscenamente parcial- es uno de los mejores discos de la historia del universo y casi todos sus temas son hitazos, cinco de los nueve temas del disco llegaron al puesto No.1 en los charts.

Con la llegada del cassette la cosa empezó a variar. Algunos álbums se guardaban algún hit para acomodarlo al principio de la cara B, como es el caso de Money, Black Or White -MJ omnipresente- o Back In Black. Y finalmente la revolución digital, el MP3 y el Ipod terminaron de embrollarlo todo con un modo de reproducción que firmó el certificado de defunción de la reproducción lineal: el Modo Random.

MICHAEL JACKSON. El puto amo.
Random de por medio, la tecnología nos fue vedando de esa posibilidad de apreciar los discos en base al orden original de su “track listing”, ese orden en el cual los artistas esperaban que su obra sea escuchada. Al día de hoy, shuffleamos las canciones de un álbum para romper con la monotonía de una lista autoimpuesta para no aburrirnos de escuchar una y otra vez el mismo disco en el mismo orden –yo también lo hago, no me voy a hacer el purista- pero al mismo tiempo despojamos de su sentido orgánico a la obra en cuestión.

Nunca olvido una anécdota de mi viejo, su sensación después de escuchar Revolver  por primera vez, me dijo: “cuando escuché el primer tema [Taxman] pensé guauuu… ¿Qué és esto? No sonaba como nada que hubiese escuchado antes; ni siquiera sonaba como nada anterior de Los Beatles”. ¿Qué hubiese pasado si mi viejo junto a otros miles de jóvenes de los ’60 hubiesen podido escuchar Revolver en modo random? ¿Hubiese sido lo mismo que la primera canción escuchada de ese disco hubiese sido Good Day Sunshine en lugar de Taxman?...¿Alguien tiene el celular del Doc Brown para que nos alcance hasta el 5 de Agosto de 1966 y sacarnos la duda?

Sin intención de ser extremista, también hay que tener en cuenta que no todos los discos guardan un poder divino al que solo se accede escuchándolo en su orden original. Algunos discos se pueden escuchar en random, no pasa nada, no sería una pérdida para la humanidad…Si escuchamos un disco de  Katy Perry en modo random tampoco es que nos estamos vedando a nosotros mismos de alguna verdad inexpugnable del universo, y hay que tener en cuenta que quien les escribe banca mucho el universo KP y lo ha plasmado alguna vez en este impopular blog.... este blog no se toma el Pop TAN a la ligera muchachos, sépanlo.

Nunca hacemos suficiente énfasis sobre
lo mucho que bancamos a Katy Perry.
La cuestión sería poder determinar cuál de las dos cosas nos jode más: anular el elemento sorpresa que provee el random y escuchar todas las canciones en el orden preseteado, o correr el riesgo de shufflearlo todo y contemplar la posibilidad de que alguno de los misterios del universo de la música –en caso que los tuviese- nos pase de costado, impidiéndonos ver alguna verdad absoluta hecha melodía y esperando ser el próximo Taxman.

No me pregunten por qué, pero en este momento tengo una ENORME intriga por saber cuál es el track No.1 del disco emblema de Justin Bieber…de ahora en más no pienso dar nada por sentado, tal vez dentro de 50 años tenga una anécdota interesante para contar a mis nietos, sobre como descifré el sentido de la vida escuchando "Baby, baby, baby oohhh!"...


Saludos y hasta la próxima!


3 comentarios:

Luzu dijo...


El avance de la tecnología no solo aportó RANDOM como sistema de desorden de discos, también aportó la habilidad de ordenar temas alfabéticamente si los MP3 no tienen el número de track en nombre...

En mi experiencia después de poseer un ipod shuffle por más de 4 años, es LA GLORIA escuchar un disco entero desde el primer tema al último. Me convertí casi en enemiga del RANDOM.

Unknown dijo...

Muerte y destrucción al Random. Hay discos, todavía hoy, que siguen teniendo un sentido desde su principio. Para quienes dispusieron que tal tema fuera el primero, jamás les daría lo mismo que lo escuchemos desordenadamente. Un ejemplo que viene al caso, es de los subvalorados (por vos) Coldplay, que hasta tienen temas instrumentales que anteceden a determinados temas.
modo saludos en random Envío.

THE VILLACRESPORKER dijo...

A mi el random me gusta. Incluso cuando va terminando una pista ya se me viene cuál puede seguir y cuando eso efectivamente se concreta, y pasa muchas veces, es como una explosión de alegría inexplicable. Un juego inocente y barato, pero que a veces me hace dudar si todos estos aparatos no me estarán volviendo un poco Truman. O tal vez ya sea predecible hasta para un teléfono. Será que son inteligentes y todo eso.
Con respecto a la elección del orden de los temas, no olvidemos que muchas veces no es algo elegido por el artista, eh!